
“En el año 2006 decidí que quería enfrentarme a las instituciones y a los gobiernos, dondequiera que llevaran sus oscuras vidas. No soy un pensador político original, nunca dije que lo fuera, pero sé de tecnología y entiendo las estructuras del gobierno; y estaba mentalizado para arrojarlos, en la medida de lo posible, en un baño de ácido y hervirlos hasta los huesos.
Teníamos la experiencia como activistas y la voluntad para debilitarlos. Teníamos las agallas. Teníamos la filosofía. Que empiece el juego. Registré Wikileaks.org el 4 de octubre de 2006. Nuestra filofía era, desde el principio, fundamentalmente anti-bastardos, y, bruto como suena, tenía también cierta honestidad. Supongo que sabía que mi vida normal, si es que alguna vez tuve alguna, nunca volvería a ser la misma.”
Así relata Julian Assange, fundador de Wikileaks, los inicios de su organización en uno de los extractos de “Julian Assange: la biografía no autorizada”, publicada en el Reino Unido por la editorial escocesa Canongate y de la cual el diario The Independent ha difundido en exclusiva algunos pasajes.
Inagurando un género literario
La polémica ha rodeado el lanzamiento editorial, algo habitual en torno a la figura del activista australiano. Inicialmente Assange había llegado, en diciembre del año pasado, a un millonario acuerdo con Canongate -que se adelantó a unas cuantas editoriales- para publicar una biografía oficial, “parte memorias, parte manifiesto”.
Sería, en palabras de Assange -necesitado entonces de dinero para pagar a sus abogados por el proceso de extradicción a Suecia que enfrenta acusado de ‘delitos sexuales’-, “uno de los documentos unificadores de nuestra generación”, que explicaría “su lucha global para forzar una nueva relación entre los pueblos y sus gobiernos”.
Todo parecía andar sobre ruedas, Canongate contrató al escritor escocés Andrew O’Hagan como ‘negro’ y éste se entrevistó con Assange por un total de más de 50 horas con el ánimo de contar su historia. Entonces llegó el primer borrador, a finales marzo de este año. Toda memoria es prostitución”, declaró Julian tras leerlo, expresando su disconformidad con el resultado.
Sus editores no entendieron nada. Una semana antes el propio Assange había posado para la portada, y Canongate se frotaba las manos ante los beneficios que le reportaría el libro -no en vano había llegado a un acuerdo con 38 editoriales a lo largo del mundo-.
Según fuentes consultadas por The Independent, Assange estaba empezando a sentirse incómodo ante la gran cantidad de detalles biográficos que contenía el libro, alejado del manifiesto político que pretendía que fuera. El 7 de junio, informó a la editorial que quería cancelar el acuerdo. O’Hagan, viendo el carácter que estaba tomando la situación, se sentía cada vez más descontento. Su nombre no aparece en las memorias.
El hecho de que la autobiografía se haya publicado de todas maneras, en lo que seguramente inagura un nuevo género literario -la autobiografía no autorizada-, obedece a que, según Canongante, Assange ya habría recibido una importante suma de dinero al firmar el contrato en diciembre (se habla de cerca de medio millón de libras esterlinas, casi 800,000 mil dólares), que nunca devolvió. La cara más conocida de Wikileaks tiene ahora doce días para decidir si presentar una demanda contra la editorial e intentar retirar la publicación.
Mujeres, hackers, y travesuras virtuales

En los tres pasajes exclusivos que The Independent ha publicado, Assange -en manos de O’Hagan- describe tres importantes episodios de su vida. Sus inicios como hacker informático, el nacimiento de Wikileaks, y la relación sexual que mantuvo con dos mujeres durante una estancia en Suecia (se refiere a ellas como A– y W–), que posteriormente le supondría una acusación legal de carácter sexual.
Sobre ésta última, después de describirla, de manera cotidiana, y reconocer que había sido advertido sobre la posibilidad de que EEUU le tendiera una trampa para silenciarlo, escribe:
“No violé a esas mujeres y no puedo imaginar nada de lo que pasó entre nosotros que me haga pensarlo, excepto la malicia después del hecho, un plan conjunto para atraparme, o un terrible malentendido que fuera alimentado entre ellas. Es posible que sea una especie de cerdo chauvinista, pero no soy un violador, y sólo una versión distorsionada de la política sexual podría convertirme en uno. Cada una de ellas tuvo sexo conmigo voluntariamente y estuvieron felices de pasar un rato conmigo después”.
Con respecto a su etapa como joven hacker, en Australia, Assange destaca la emoción de meterse en el sistema informático del Pentágono y algunas de las características que definían su personalidad y la de aquellos que compartían con él ese mundo, “soy, como todos los hackers- un poco autista”. También varias de las acciones que entonces perpetraba, “¿Desconectar 20,000 líneas telefónicas en Buenos Aires? No hay problemas. ¿Darle a los neoyorquinos llamadas gratis por una tarde sin razón alguna? Hecho.”.
Por último, relata la primera vez que tuvo un encuentro con la polícia, que había estado siguiéndole:
“Un hombre al frente me miró a los ojos como si siempre hubiera sabido que nos conoceríamos. En ese momento pensé que los discos con el material que encontré en el sistema del Pentágono no estaban en su escondite habitual. Estaban en mi mesa a la vista de los policías. ‘Soy Ken Day’, el jefe policía dijo. Creo que estabas esperándome’ “.
Condena de Assange
Tras la publicación del libro, la agencia Associated Press recibió, en exclusiva, un comunicado de Julian Assange en el que este condena la decisión de Canongate y le acusa “sacar provecho de un borrador sin terminar y con errores”.
Aqui parte de la nota, publicada por Univisión:
“Los acontecimientos que rodean esta publicación sin autorización de Canongate no tienen nada que ver con la libertad de información, se tratan de un oportunismo e hipocresía a la antigua usanza para pasar por encima de las personas y obtener dinero”, dijo Assange en el comunicado.Assange dijo que no le entregó a Canongate la copia del manuscrito de 70.000 palabras, escrito por Andrew O’Hagan, sino que fue entregada por el investigador de O’Hagan para “efectos de revisión únicamente”, y nunca fue con la intención de que fuera publicada, dijo.“Era una obra que se estaba gestando. No tiene absolutamente ninguna corrección o revisión de hechos de mi parte”, dijo Assange.Assange dijo que en mayo accedió a crear un nuevo contrato con Canongate para reestructurar el libro, pero que la editorial no siguió con esas negociaciones y decidió publicar el primer borrador sin que él lo supiera.Knopf, una división de Random House, dijo el miércoles que canceló el contrato para la publicación del libro.“El autor no completó su trabajo en el manuscrito ni nos envió el libro a nosotros conforme a nuestro acuerdo”, dijo el vocero Paul Bogaards en un comunicado. “No continuaremos con esa publicación”.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comenta nuestra Publicación