
Un grupo de hackers de Berlín, llamados Chaos Communication Congress, han lanzando al mundo una idea tentativa y bastante ambiciosa: la posibilidad de poner en funcionamiento un servicio propio de Internet satelital. Según sus cálculos esta propuesta (que suena compleja y hasta idealista) podría ser habilitada para la próxima década.
Esto sería en respuesta a leyes como SOPA y similares que pretenden restringir y hasta eliminar ciertos servicios que actualmente brinda la internet. Por supuesto, poner una red de satélites en órbita y crear su contraparte: una red de antenas sobre la superficie del planeta que interconecte todo como un servicio confiable y “alternativo” de internet costaría cientos de miles de millones de dólares.
De primera intención, el proyecto parece irrealizable; sin embargo, mediante el uso de un tipo deGPS invertido planean asentar su red de estaciones terrestres de bajo costo, de esta forma podrán ubicar con mayor precisión sus satélites y mejorar la calidad de sus transmisiones hacia la Tierra.
También hay que considerar cuatro cosas a favor de este loco plan. Primera: Desde que se creó, este tipo de tecnología está bajando de precio y ofreciendo alternativas (como órbitas bajas) que son “más accesibles”. Segunda: la exploración espacial y la puesta de satélites en órbita ha dejado de ser algo exclusivamente militar, para convertirse en un negocio privado donde las agencias espaciales de las naciones compiten en precios y ventajas comparativas. Tercero: el espíritu de la internet nació libre, y así se ha mantenido y crecido, en contra de todo pronóstico. Es de esperar que ese espíritu, bajo amenaza, busque otras rutas de supervivencia, sobre todo ahora que la internet ha demostrado su utilidad y se ha integrado plenamente a nuestras vidas, al punto de que la ONU considere el acceso a Internet parte de los Derechos Humanos.
Y finalmente: la propia internet permite que proyectos enormes y muy costosos, puedan ser financiados a escala global con pequeños aportes de todos los usuarios. Antes de la Internet esa logística era imposible. Ahora ya no.
Por supuesto, la idea de los alemanes sigue siendo dificilísima de llevar a cabo. Pero viajar a la Luna también era “una idea imposible” cuando Verne la propuso en su clásica novela. La propia idea de tener a buena parte de la humanidad interconectada en tiempo real era también un imposible hace unas décadas y hoy es una realidad. ¿Una internet alternativa, libre de los riesgos de censura que nacen de los grandes intereses? ¿Por qué no considerar la idea?
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