La historia de la medicina está llena de retos increíbles. El último, realizar el primer trasplante de cabeza del mundo. Algo que no por difícil puede resultar llamativo para el común de los mortales.
Y es que desde que se realizara el primer trasplante de corazón en la década de los sesenta en Estados Unidos, los profesionales médicos se han ido apuntando retos cada vez más difíciles. Uno de esos desafíos es, sin duda, el realizar un trasplante facial, una operación que lleva realizándose desde mitad de los noventa.
Sin embargo, no sería hasta 2005 cuando se realizaría el primer trasplante de cara casi completo. Una intervención quirúrgica que se ha repetido en Francia, Estados Unidos o China, pero que no por ello deja de ser menos espectacular.
Años más tarde, sería España la que anunciaría a bombo y platillo el primer trasplante facial completo, que incluiría la introducción en el receptor de mandíbula y lengua, constituyendo todo un hito médico. La operación, realizada en el Hospital de La Fe de Valencia por el equipo de Pedro Cavadas, fue todo un éxito. A pesar de que el propio trasplante fue bien, cuatro años después el paciente fallecería por causas ajenas a esta operación.
Dado que los avances en trasplantes faciales han ido tan rápido, podríamos pensar que no sería descabellado plantear un trasplante de cabeza completo. Eso mismo cree el neurocientífico italiano Sergio Canavero, quien está convencido de que es posible realizar esta operación, gracias a los avances obtenidos en este tipo de intervenciones en animales.
Según sus ideas, es factible avanzar en el trasplante de cara, ya que sería más fácil que nunca conectar la médula espinal de donante y receptor, de forma que técnicamente los pacientes no sufrirían una paralización de su rostro.
El procedimiento que propone Canavero es bastante similar al realizado por Robert White en la década de los setenta, que consiguió el trasplante de cabeza en la especie de mono Rhesus, similar (salvando las distancias), a la especie humana. Aunque el tema ético es controvertido, como apuntaban en este artículo de la BBC, lo cierto es que este nuevo desafío médico, de conseguirse, sería un hito histórico para la ciencia.
Aunque conectar la médula espinal del paciente receptor y del donante no será un proceso sencillo, quizás en unos años una nueva noticia médica nos sorprenda con el primer trasplante de cabeza, igual que años atrás lo hizo la primera intervención solo a nivel facial. ¿Qué consideraciones éticas y médicas pensáis que se podrían discutir en cada caso?
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