Cámara por delante, reproductor multimedia por detrás. Camera es el último miembro de la familia Samsung Galaxy. El fabricante surcoreano la mostró por primera vez en Berlín en septiembre durante la feria IFA y acaba de ser presentada en España. La nueva cámara sale a la venta el próximo 29 de noviembre a un precio elevado: 499 euros.
Las características técnicas de Camera son irreprochables: procesador de cuatro núcleos, Android 4.1 y memoria interna de ocho GB, ampliable con tarjetas MicroSD, zoom óptico de 21 aumentos y 16 megapíxeles de definición. Además, tiene una pantalla táctil de 4,8 pulgadas y conexión inalámbrica wifi en el primer modelo. Más adelante prometen añadir 3G, como en los teléfonos, pero solo para transmitir datos.
Lo más interesante de la cámara es poder retocar, modificar y compartir las fotos sin necesidad de pasarlas al ordenador. Incluso se pueden almacenar directamente en la nube a través de Dropbox, Flickr o Picasa. Lo más decepcionante, su precio. Este aparato, de acuerdo, hace imágenes bastante mejores que un teléfono, pero cuesta más que la suma de un móvil y una cámara de estas características. Una cantidad demasiado elevada a cambio de tener una cámara con aplicaciones.
Como todos los miembros de la familia Galaxy, Camera incorpora Android, el sistema operativo para móviles y tabletas que impulsa Google. El robot verde sigue ampliando el abanico de productos de electrónica de consumo que lo llevan en su interior, desde móviles y tabletas a televisores.
Este aparato, que corrobora la versatilidad y potencial de Android, deja algunas dudas sin despejar. Por ejemplo, si será capaz de gestionar con fluidez el archivo de fotografías a medida que crezca, si mantendrá el disparo en ráfaga o el enfoque rápido cuando se llene la memoria. La duración de la batería, similar a la de un teléfono inteligente, es decir escasa, no la hace recomendable para viajeros alejados de enchufes a la corriente eléctrica.
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