La idea principal del Osborne 1 era disponer de un ordenador que pudiéramos transportar sin demasiadas dificultades, algo mucho más amplio que el término portátil que manejamos hoy en día. Con un peso de 10,7 kilos y una pantalla CRT de 5 pulgadas, hablamos de un armatoste importante que, a pesar de todo, podía llevarse con relativa facilidad.

Internamente estaba dotado de un procesador Zilog A80 de 4 MHz y 64 KB de RAM, y disponía de puerto paralelo, puerto serie, un módem y doble disquetera de 5" 1/4. ¿Y el precio? 1.785 dólares de los de entonces. Sin duda alguna, un producto al alcance de unos pocos.

Ahora que tenemos smartphones y portátiles que dan mil vueltas a la potencia y al concepto de ordenador portátil que tenemos desde entonces, miramos con cierta nostalgia 30 años atrás, cuando todo comenzaba. El Osborne 1 ya forma parte de la historia de la informática, no nos cabe la menor duda. Felicidades.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comenta nuestra Publicación

 
Top