Estas son cinco prácticas que hasta los usuarios novatos deben seguir para evitar problemas cuando ingresan a la red de redes Decir que no brindes información personal a quien te la solicite a menos que confíes en esa persona sería decir una cosa obvia, pero el tema de esta nota es simplemente que los usuarios menos experimentados apliquen algunas prácticas saludables que harán de su navegación enInternet una experiencia más segura. Solo hay que seguir estos consejos para evitar que vacíen tu cuenta de banco, usurpen tu identidad o te dejen para siempre sin cuenta de correo.

1. No hacer clic a cualquier enlace. Usualmente vemos un enlace y confiamos ciegamente en que nos va a llevar a nuestra entidad financiera, o a la página de nuestro correo, o a un link interesante. Solo por si acaso, antes de hacerle clic a un enlace pasa el puntero del mouse encima y revisa la dirección que aparecerá en la parte inferior de tu navegador. Ahí es a donde te redireccionará. Si no es la dirección prometida, mejor no entres.
2. Cuidarse de las aplicaciones de Facebook. Cada cierto tiempo nos llegan notificaciones en la que algún amigo ha descubierto una forma milagrosa de averiguar quiénes ingresaron a nuestro perfil de Facebook. Si te emocionaste e ingresaste a esa aplicación, lo más probable es que esta sea fraudulenta y que lo que en realidad haga sea pedirte autorización para tomar datos de tu perfil o publicar en tu muro, propagando así la misma aplicación a tus contactos. Mejor es pensar seriamente si necesitamos alguna de las aplicaciones que tanto nos publicitan.
3. Tener cuidado con el e-mail. No solo hay que tener en cuenta la seguridad de la clave (nada de andar poniendo la fecha de nacimiento o datos de ese tipo en la contraseña, por favor). También hay que tener cuidado de lo que se hace con nuestra cuenta de correo: reenviar cadenas ayuda a que otros tengan la dirección de nuestra cuenta en un futuro, lo que podría servir para enviar virus. También hay que tener cuidado de lo que se abre y lo que se descarga (nada de .exe). Además, evita cliquear en cualquier link y si tu banco te dice que debes actualizar tus datos, mejor entra a la página de este en lugar de seguir el vínculo que te ponen en el correo, pues muchas veces esos mails pueden ser fraudulentos.
4. Cuidar tu navegador. Desconfíar de tu navegador y quitarle todas las opciones que puedan ser peligrosas como javascripts, pop ups (ventanas emergentes que “se abren solas”) o animaciones flash es una opción. Hay varias extensiones en Google Chrome y Mozilla Firefox que sirven para ello. Otra alternativa es navegar virtualmente (o sea, entrar a una página que se encargue de abrir la página que buscas). También puedes confiar en tu navegador y no ingresar a páginas que tengan el aviso de que el sitio es potencialmente peligroso. Tú eliges.
5. Pensar en el mundo real. Los peligros de navegar no solo están en Internet, sino también en la máquina que uses. Ten siempre un antivirus actualizado, con firewall y todas las medidas de seguridad. Eso será suficiente si se trata de tu computadora, pero ¿qué pasa si usas máquinas de acceso público como las de cabinas de Internet para ingresar a la página del banco o a tu correo personal? Nadie garantiza que esa máquina esté limpia o que otra persona haya instalado un key logger, un programa que sirve para registrar todos los golpes de teclado que hagas.

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