La apuesta social de Google no ha calado tan hondo como esperaban en Mountain View. Para Larry Page, desde luego, los resultados no deben igualar a las expectativas que se tenían en el servicio, y ha decidido tomar medidas más drásticas para tratar de atraer usuarios a su red social. La más llamativa, la obligación de crearse un perfil en Google+ con cada nueva Google.
De este modo, alguien que cree una cuenta de Google para utilizar Gmail, YouTube, Picasa o cualquier otro servicio de la compañía (hasta Zagat) estará obligado a crearse un perfil en Google+, que estará atado también al uso que haga el usuario por el resto de servicios de la compañía.
¿Cuál es la razón principal? Para la empresa de publicidad Google es muy jugoso tener datos demográficos fiables sobre la audiencia (lugar, edad, sexo…), y sobre sus relaciones sociales. Y es una ventaja que tiene en este momento Facebook. Y, de paso, posiciona su producto que está ya integrado por el resto del ecosistema (búsquedas, Google Play, YouTube…).
El mayor problema que le veo a esta medida es que, bueno, por muchos perfiles que Google obligue a crearse en su red social, no pueden obligar a los usuarios a utilizar Google+. Lo que también pienso es que esto también puede atraer a muchos usuarios con la cantinela del “a ver qué es esto de Google+ que me han obligado a hacer”.
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